Los niños apenas durmieron la noche anterior, había preparado este viaje con mucha ilusión por eso el miércoles todas la caras eran de alegría e impaciencia por llegar.
El día fue estupendo, los pequeños disfrutaron muchísimo y aprendieron a patinar, tocar el cajón, escalar…
Pero como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo las imágenes del día.